Parece que el PRD está empeñado en seguir recibiendo gente de otros partidos sin importar sus ideologías ni sus principios políticos. La renuncia de Ana Rosa Payán al PAN es una muestra más de que el PRD es incapaz de formar sus propios cuadros, ya que han invitado a ésta a que sea su candidata a la gubernatura de Yucatán en las próximas elecciones.
Se sabe que Ana Rosa está vinculada a grupos de extrema derecha que pertenecen al Yunque lo cual va en contra de las ideas del PRD (si es que todavía le quedan ideas), esto debería ser inaceptable para este partido. Pero el hambre de poder es más importante que cualquier consideración política o la mínima integridad o ética.
Sin duda, la renuncia de Ana Rosa Payán es una pérdida para el PAN, independientemente de si estaba o no con Calderón, se debió tomar en serio su protesta de fraude y volver a hacer las elecciones para que el PAN no se fracturara. En este momento la unidad es muy importante y se debe sacrificar lo que sea por conseguirla.
Por su parte el PRD debe formar sus propios cuadros a nivel local, tomando en cuenta la ideología y las posturas de la gente a la que pretende lanzar como candidatos. La política no debe tomarse como un juego de poder en el que alcanzarlo se vuelve el único objetivo admisible. Debemos de tomar más en serio el papel de la ideología para ser un poco más congruentes y no caer en juegos absurdos.
Ya veremos que pasa en las próximas elecciones locales el reto no es fácil para ninguno de los tres partidos. Los tres deben resolver sus diferencias internas para que lleguen a acuerdos con las otras fuerzas políticas y así lograr que este país mejore. Está en manos de ellos una parte muy importante del futuro de nuestro país.
Por último, dejo algunas preguntas al aire. ¿Existe una verdadera izquierda en nuestro país? ¿Existe una verdadera derecha? ¿Por qué se recibe cascajo en cualquier partido político? Son sólo preguntas...
Se sabe que Ana Rosa está vinculada a grupos de extrema derecha que pertenecen al Yunque lo cual va en contra de las ideas del PRD (si es que todavía le quedan ideas), esto debería ser inaceptable para este partido. Pero el hambre de poder es más importante que cualquier consideración política o la mínima integridad o ética.
Sin duda, la renuncia de Ana Rosa Payán es una pérdida para el PAN, independientemente de si estaba o no con Calderón, se debió tomar en serio su protesta de fraude y volver a hacer las elecciones para que el PAN no se fracturara. En este momento la unidad es muy importante y se debe sacrificar lo que sea por conseguirla.
Por su parte el PRD debe formar sus propios cuadros a nivel local, tomando en cuenta la ideología y las posturas de la gente a la que pretende lanzar como candidatos. La política no debe tomarse como un juego de poder en el que alcanzarlo se vuelve el único objetivo admisible. Debemos de tomar más en serio el papel de la ideología para ser un poco más congruentes y no caer en juegos absurdos.
Ya veremos que pasa en las próximas elecciones locales el reto no es fácil para ninguno de los tres partidos. Los tres deben resolver sus diferencias internas para que lleguen a acuerdos con las otras fuerzas políticas y así lograr que este país mejore. Está en manos de ellos una parte muy importante del futuro de nuestro país.
Por último, dejo algunas preguntas al aire. ¿Existe una verdadera izquierda en nuestro país? ¿Existe una verdadera derecha? ¿Por qué se recibe cascajo en cualquier partido político? Son sólo preguntas...
1 comentario:
Otra vez, nada raro en el PRD y esta es una de mis grandes críticas al partido: no milita gente de izquierda. O digamos que no en su mayoría y si de algo puede presumir el PRD es de reciclar personajes tanto del PRI como del PAN, obviamente más allá de Cuauhtémoc Cárdenas y Muñoz Ledo, que rompieron con el primero para formar el PRD. Después de eso, hay ocasiones en que se dejan venir en desbandada... Y eso creo que no es sólo´hambre de poder del PRD, sino obviamente de gente como la Sra. Payán, que a como de lugar, quiere ser gobernadora, valiéndole también la defensa de sus ideales y principios más derechistas que nada.
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