domingo, 23 de marzo de 2008

Soy un bebé de 4 años

Hace 4 años soy un nuevo hombre, renovado gracias a la Resurreción de Cristo mi Señor.

El primer año transcurrió con hermanos cristianos que me recibieron muy amablemente gracias a la invitación de mi amiga ANA. Pero la novedad pasó y la rutina, la monotonía me llevaron a retomar el hábito del viejo hombre, tropezar en las mismas piedras, y volver a las tinieblas sin darme cuenta. ¿La CAUSA? No leía la Palabra, no Oraba. Sólo me sentía bien al escuchar las predicaciones de los miercoles y los Domingos, pero al regresar al mundo volvia a perder en las batallas espirituales. ¿La razón? No pedí oración en esa iglesia.

En ese mismo año decidí aplicar mis nuevos brios en hacer el bien visitando a mi abuela enferma. Iba a leerle la Palabra y a hacerla sentir mi prescencia física. Después me aburrí, porque no la veía reaccionar, porque me dolía mucho verla así como muerta en vida. Porque el viejo hombre es egoista. Porque esperaba que Dios la sanara, pero orando poco y mal, no congregandome adecuadamente, así no iba a encontrar resultados. Siendo penoso y temeroso al leerlela Palabra. Resultado...ella muere, y yo no estuve ahí con ella en la última etapa. Fuí un egoísta que no supo darle el cariño, comprensión, amor, que mi abuela requería.

Al inicio de mi segundo año Dios me regreso a la Iglesia Cátólica. Hasta donde sé es la única que cree en el milagro de la Eucaristía por eso decido buscar el abrigo que da la comunión como alimento del Espiritú y muy confiado pensaba que eso sería suficiente. Sin embargo, la comunión de sólo cada Domingo, el seguir viviendo en el mundo sin romper con las cadenas que me atan al viejo hombre, en suma, el no dejar que Dios obrara en mí, me llevó de nuevo a caer en las tinieblas.

En ese año viví mi primera Semana Santa como Dios manda, fuí a todos los festejos propios de la Semana Mayor; recuerdo aquella misa de Vigilia Pascual, fue increíble. Sin embargo, la antigua naturaleza se empeñaba en regresar y finalmente lo logró. La razón: cero oración, cero compromiso real con Cristo.

¿Por qué la Eucaristía no me ayudo a crecer? Porque si tu creyerás como dice la Palabra que Jesus transforma el pan en su cuerpo entonces deberías ir diario por ella ¿o no? Porque tu Espíritu necesita ese alimento para continuar creciendo, sin embargo, dada mi poca Fé y mis dos años de nacido en Cristo, no fueron suficientes para iniciar ese crecimiento espiritual que tanto busco y anhelo. ¿La causa? No me congregue a fondo, no pedí que oraran por mí, pense que solo podía, pero NO en la guerra Espiritual el recien nacido en Cristo Jesus no puede, necesita de la ayuda de sus hermanos

En el tercer año viví la expericia que escribí en un post previo Pero no le hice caso a lo que Dios me dijo y entonces regrese a vivir en el mundo como si no pasara nada y no cumpliendo con lo que Dios me pidió. Resultado, no se cumplieron mis expectativas, porque no son las del Plan que Dios tiene conmigo....

So I went back to the darknees, but thanks to the Lord I am a new Born with Jesus Christ...
Ahora, en el cuarto año así me habló Dios (crf. salmo 16):

Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
Dijiste, oh alma mía, á Jehová: Tú eres el Señor: Mi bien á ti no aprovecha;
Sino á los santos que están en la tierra, Y á los íntegros: toda mi afición en ellos.
Multiplicaránse los dolores de aquellos que sirven diligentes á otro dios: No ofreceré yo sus libaciones de sangre, Ni en mis labios tomaré sus nombres.
Jehová es la porción de mi parte y de mi copa; Tú sustentarás mi suerte.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado.
Bendeciré á Jehová que me aconseja: Aun en las noches me enseñan mis riñones.
A Jehová he puesto siempre delante de mí: Porque está á mi diestra no seré conmovido.
Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria: También mi carne reposará segura.
Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Me mostrarás la senda de la vida: Hartura de alegrías hay con tu rostro; Deleites en tu diestra para siempre.

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