miércoles, 28 de marzo de 2007

Para saber más del tema ISSSTE

Para saber más del tema pensiones ISSSTE artículo publicado ayer en REFORMA:

Mary Anastasia O'Grady
Descubre México cura para pensiones

Desde que Felipe Calderón ganó las elecciones en julio con poco menos del 34 por ciento de los votos, críticos y simpatizantes por igual han puesto en duda su capacidad para gobernar. Sin embargo, ahora parece que Calderón, quien lleva menos de cuatro meses en su periodo de 6 años y quien carece de una mayoría en el Congreso, puede estar a punto de echarse a la bolsa una importante victoria legislativa: la transformación del sistema de pensiones actual en uno completamente financiado de cuentas individuales. Como lo sugiere un avance tan revolucionario en un México corporativista, el acuerdo tiene implicaciones para la presidencia de Calderón que van mucho más allá del problema mismo.

Entre otras cosas, ésta es una señal de la inteligencia política de Calderón. Parece entender la importancia del momento tan temprano en su presidencia, y sabe cómo comprometer en una agenda constructiva a quienes están afuera de su partido. Vicente Fox, su predecesor, tuvo poca perspicacia política y el atolladero resultante en la tan necesitada reforma económica liberal dañó el crecimiento. Bajo un líder más eficiente, México podría empezar a estar a la altura de su potencial. La división de pensiones del ISSSTE proporciona prestaciones de jubilación a 580 mil individuos y al igual que muchos sistemas de pensiones como éste, opera en números rojos. Con un promedio de edad de jubilación de 56 años, y con los jubilados viviendo más tiempo, el ISSSTE tiene obligaciones que superan por mucho sus ingresos y todos los años crece el déficit. En el 2000, el déficit de las pensiones del ISSSTE fue de 10 mil millones de pesos. Este año, el Gobierno ha reservado 42 mil millones de pesos para equilibrar la balanza. Está pronosticado que para el 2012 el déficit llegue a los 77 mil millones de pesos. De acuerdo a la Secretaría de Hacienda, el déficit actuarial del ISSSTE en pensiones es igual a más del 50 por ciento del PIB de México. El ISSSTE es una bomba de tiempo activada.

No es que Calderón y Agustín Carstens, Secretario de Hacienda, tengan que convencer al liderazgo del sindicato de esta realidad. Los mexicanos bromean con que lo mejor que pueden esperar los trabajadores del sistema ISSSTE es morir pronto, antes de que se colapse la casa de cartón. Sin embargo, el Gobierno de Calderón tuvo que obtener la aprobación de los jefes sindicales para el sistema de las cuentas individuales y también votos suficientes de la oposición en el Congreso para que la reforma fuera aprobada. Eso es lo que hace histórica a esta victoria. La parte central de la reforma es el establecimiento de cuentas individuales propiedad de cada trabajador para reemplazar la cuenta grupal en el ISSSTE.

Una de las disposiciones importantes, pero a la que se le resta importancia en la reforma, es la transferencia de un fondo de pensiones a otro cuando el trabajador cambia de empleo. Bajo el sistema antiguo, los trabajadores que dejaban sus empleos en el Gobierno para irse al sector privado antes de completar 15 años de servicio perdían sus prestaciones de jubilación adquiridas. Esto creó un incentivo para que los empleados no satisfechos permanecieran en sus empleos a pesar de poder hacer algo más conveniente en el sector privado. Bajo el sistema nuevo, las prestaciones son transferibles y los empleados son libres de buscar cambios en sus carreras sin penalización. Para que se aprobara el plan, el Gobierno tuvo que desembolsar una fuerte suma de dinero. Acordó pagar 8 mil millones de pesos extras al fondo para prestaciones de salud del ISSSTE, otros 2 mil millones de dólares para un programa de préstamos a bajo costo para empleados e incrementar sus contribuciones regulares a las cuentas de pensiones de los trabajadores. El Gobierno también transferirá 50 mil millones de pesos de las pensiones de los trabajadores, que ahora son administradas por bancos, a una nueva división del ISSSTE llamada Pensionissste, que será dueña del privilegio del monopolio para administrar durante 3 años los activos de las pensiones tanto para el viejo sistema como para el nuevo.

Es por eso que la reforma no se considera una "privatización". Pensionissste levanta muchas banderas de alerta ya que el monopolio ha prometido invertir en proyectos del Gobierno como vivienda y carreteras. Esta "inversión" en México durante las últimas cuatro décadas ha sido sinónimo de ruina financiera. Algo que podría ayudar a mitigar la mala administración es el hecho de que la agencia del Gobierno tendrá que acatar las directrices legales de diversificación de portafolios, de instrumentos de grado de inversión y de restricciones a las posiciones accionarias que ya limitan a las Afores.

Con la supervisión adecuada el desastre puede ser evitado. Finalmente, vale la pena señalar los desarrollos políticos en torno a esta reforma. No es sorpresa que parezca que el liderazgo sindical haya preferido trabajar con el PAN de Calderón y no con el PRD de extrema izquierda. Andrés Manuel López Obrador, líder del PRD, sabe cómo redistribuir la riqueza, sin embargo no sabe cómo crearla. Con los presupuestos de los mexicanos limitados, está muy claro que esto último es la clave para la seguridad de la jubilación de los trabajadores.Sin embargo, es la cooperación del PRI -junto con dos partidos más pequeños- lo que hizo la diferencia. La reforma a la pensión sugiere que el PRI está interesado en restaurar su imagen al participar constructivamente en el Gobierno, más que seguir llevando a cabo el papel obstruccionista que desempeñó durante el Gobierno de Fox. Si el PAN, bajo el liderazgo de Calderón, es lo suficientemente grande para compartir el crédito, México podría experimentar cambios más importantes de donde surgió éste.

Mary Anastasia O'Grady es articulista de The Wall Street Journal
Traducción: Jorge A. López para REFORMA

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